129. Pero, eso suena muy peligroso…
Parecía que el día había llegado, todo pasó demasiado rápido para su gusto, Lia ni siquiera se sentía con la suficiente fuerza como para sonreír y fingir que era una mujer feliz porque pronto se casaría y se suponía que era una fiesta para anunciar el día de su enlace, algo en lo que ella y Evan ya habían quedado de acuerdo.
Y es que con lo sucedido la última semana, con los preparativos del operativo y sobre todo las advertencias, los riesgos y todas las cosas que podían salir mal, tanto ella como Evan se habían dado cuenta de que la vida puede llegar a ser apenas un suspiro para algunos.
Pero el día sería desvelado justo a media noche, momento en el que esperaban tener a Kahn ya detenido si nada salía mal.
—¿Pero dime otra vez por qué no puedo ir?— pidió Ian molesto mientras observaba a Lia y a Evan arreglados ya para salir.
—Lo harás, cuando seas más grande, además puedes desvelarte viendo películas de terror— decirle aquello a su hijo le hizo sentir tan mal, porque en ese momento