Nadia ya no podía esperar más para ponerse el sostén que le regaló Luna. Corrió rápidamente al baño para cambiarse y cuando se vio en el espejo, sintió que su cara le ardía.
—¿Qué es esto? ¿Por qué Luna me envió esta ropa? Bueno, al fin y al cabo, solo es la parte de abajo, la verdad, nadie va a ver nada …
Después de ponérselo, se miró asombrada una y otra vez en el espejo. La sonrisa radiante en su rostro mostraba lo mucho que le gustaba.
De pronto, su teléfono en el lavamanos empezó a vibrar. Era un mensaje.
Número desconocido: [¿Te gustó?]
Nadia le respondió muy emocionada:
[¡Me encanta todo lo que me regales!]
Enseguida le envió unas fotos de ella.
[Me fascina. ¿Ya viste el lindo regalo que me mandaste?]
La respuesta llegó muy rápido:
Número desconocido: [Sí, está muy bien.]
Nadia: [¡Qué bueno que te guste! Si necesitas más, dímelo. Tengo muchas de todas cosas en mi casa.]
Pasó un buen rato y el otro no contestó más.
Nadia se vistió y justo cuando iba a llamarla, se dio cuenta