Los dos charlan en un rincón mientras Beatriz y Luiza deciden llamar a Liz, porque están retrasadas para ir al centro de la ciudad. Quieren aprovechar un poco la propiedad y pasear por la playa. Jack protesta con su hermana por no poder pasar más tiempo con Liz, ya que apenas tuvo la oportunidad de hablar con ella antes de que la apartaran rápidamente. Beatriz sonríe y dice que el problema es suyo por haber conseguido una novia tan genial. Liz sonríe avergonzada mientras caminan hacia una de las limusinas para ir al centro de Los Ángeles.

Al salir de la propiedad, Beatriz abre una botella de champán que está en el bar de la limusina, sirviéndose un poco para ella y otro vaso para Liz, ya que sabe que Luiza no puede beber debido al tratamiento que está siguiendo. Las tres charlan mucho y ríen durante todo el trayecto hasta que llegan frente a una tienda. Beatriz pide que bajen, y Luiza se queda perpleja al darse cuenta de que están en una de las mejores tiendas de ropa de marca de Esta