Jack baja sus besos hasta la curva de su cuello, dando pequeños mordiscos, mientras sus manos pasean por su cuerpo, llegando hasta sus pechos. Ella se estremece al sentir los ligeros apretones. No esperaba esto, pero sus hormonas gritan por él, y siente que ya está completamente húmeda y lista para sentirlo. Lo agarra con más fuerza, atrayéndolo hacia su cuerpo, mientras araña su espalda.
Jack suelta un gemido ronco y apagado en la curva de su cuello, mientras Lis le susurra al oído:
—¡He cambiado de idea, amor mío! ¡Necesito sentirte urgentemente!
Jack sonríe satisfecho, sabiendo que sus artimañas no fallan. Profundiza las caricias, dejando a Lis totalmente entregada a él. Los dos se aman intensamente y, ya completamente sudados y jadeantes, llegan al clímax juntos. Jack se desploma a su lado, totalmente satisfecho, mientras le lanza una sonrisa seductora. Lis está visiblemente aturdida, y su cuerpo aún tiembla perceptiblemente. Permanece inmóvil en la cama, y Jack se acerca a ella o