-Cariño, estas rosas son mi detalle para Magda, no me perdonaría si llego sin ellas, y estas otras las colocaré en agua, para mi habitación serán un toque especial- Candelaria las contemplaba con admiración.

-Abuela quería hacerte una pregunta, si tienes tiempo, si no después podemos platicarlo-.

-Si cariño, tengo media hora, Yamila le solicitó a Mohamed su tío que nos preste el auto, creo que un té de menta seria genial a esta hora-.

La abuela avanzó por la cocina, allí tenían un comedor pequeño donde solían tomar el café, era rustico y sencillo, pero hacía aquella cocina cálida y acogedora.

-Bien cariño, ¿Limón, o miel?

-Ambos vendrían bien abuela-.

-Abuela, ¿Sabes? Me gustaría tomar unos días de descanso, aunque no quiero dejarte sola-. Ani le tomó la mano con dulzura.

-Pamplinas, yo que tú querida ni lo consultaría, solo haría las maletas, me despediría sin dar tantas explicaciones y saldría por la puerta de casa, a veces el destino está allí afuera Ani-.

-Es sencillo cuando lo di