La mañana fue una diferente a las demás, todos estaban reunidos en torno al gran comedor. María la pareja de su padre traía la bandeja con el café, los panecillos, queso, mermelada, huevos con jamón, y té para la señora Berta.
-María no te hubieras molestado, yo estaba por hacer el desayuno-.
-No fue ninguna molestia, tu padre hizo casi todo-.
-Papá definitivamente decirte que el café está exquisito-. Henry y Luisa decían que no solo era exquisito era una delicia.
El timbre anunciaba que Naomi había llegado con su familia.
-Buenos días familia, hoy quería ir a llevar flores a la abuela, aunque imagino que estará inundado, muchas personas llevaron sus coronas y ramos-.
-Creo que la otra semana iremos todos-. María asintió a las palabras de su marido. -María y yo nos mudaremos aquí, hemos vendido la casa de Barcelona, creo que estar más cerca de ustedes será algo maravilloso-.
-Es bueno papa, muy bueno-. Henry le daba un abrazo a su padre.
-Naomi hay pan en el horno recién hecho-.
-Grac