Capítulo 190
Cuando Pedro volvió a la clínica Bueno y Feliz, todo lo que había sido destrozado estaba ya arreglado. La clínica entera resplandecía como nueva. Tal vez a causa del agotamiento, Leticia se había quedado dormida, apoyada en la mesa. Mirando su rostro ligeramente desgastado y sus cejas ligeramente fruncidas, los ojos de Pedro se tornaron algo complicados. Después de todo, ella había salvado la vida del viejo borracho Félix. En su corazón, sentía un cierto grado de gratitud.

Con ese pensamiento, se quitó el abrigo y lo colocó sobre Leticia.

—¿Mmm?

Leticia se sobresaltó y despertó de inmediato:

—¿Has vuelto? ¿Estás bien?

—Estoy bien, gracias por tu esfuerzo hoy —dijo Pedro con cortesía.

—No hay de qué, es mi deber cuidar del Sr. Félix cuando está herido.

Leticia apretó los labios.

—¿Tienes hambre después de una larga noche?

—Un poco.

—¿Quieres la de siempre, pasta?

—Sí, gracias.

—Espera un momento.

Pedro no dijo más y se dirigió a la cocina para empezar a preparar la pasta con destreza. D
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