—¡¿Muerto... Muerto?!
Todos quedaron atónitos al ver a Michio caer muerto de repente.
Con los ojos bien abiertos y el rostro lleno de horror.
Nadie esperaba que Héctor se descontrolara de repente, sin ningún signo previo, y acabara con Michio en un instante.
¡Muerte instantánea!
¿Cómo es posible?
¿No era un problema menor?
¿No era un fenómeno normal?
¿No era que íbamos a ver su actuación?
¿Qué está pasando aquí??
—¡Ah!
Héctor rugió, agarrando el cuerpo de Michio y lanzándolo violentamente.
Michio golpeó la pared con fuerza, creando un hueco, y luego su cuerpo se deslizó hacia abajo como un charco de lodo.
—¡Sr. Michio!
Todos como despertando de un sueño, aterrorizados.
Particularmente Carmen y Modesto, con rostros llenos de tristeza y dolor, como si hubieran perdido a sus padres.
—¡Rápido! ¡Sujétenlo!
Jorge reaccionó rápidamente, ordenando a las personas que rodearan a Héctor para capturarlo.
Sin embargo, el enloquecido Héctor, cegado por la furia y excepcionalmente violento.
Increíble