Punto de vista de Serena
Stevie estacionó frente a la sede de De Luca Couture. El edificio se erguía majestuoso entre sus vecinos, con su moderna estructura de cristal brillante. La luz matinal se reflejaba en su superficie, bañando la calle con destellos. Sobre las puertas giratorias, el logotipo De Luca presidía la avenida con letras elegantes y audaces.
Sentí una mezcla de nervios y emoción. Al girarme hacia Stevie, vi que estaba mirando el edificio con asombro.
"¿Puedes creer que estamos aquí?" Exclamó.
Le apreté la mano y respondí: "Sí, es una locura, ¿no?"
Aún me resultaba increíble que participaríamos en un desfile de moda. Me estremecía de emoción al imaginar nuestras creaciones de joyería, nacidas como humildes bocetos en mi pequeño estudio, brillando ahora en la prestigiosa pasarela.
Stevie y yo atravesamos la calle hacia las puertas giratorias de cristal. El interior nos recibió con una brisa fresca y un vestíbulo resplandeciente: techos elevados, luz natural inundando el es