Punto de vista de Serena
La mansión de Tayra era más impresionante de lo que imaginaba. Los portones imponentes se abrían lentamente, revelando una propiedad vasta que parecía sacada de una película.
El camino estaba flanqueado por setos meticulosamente podados, y las enormes puertas de la entrada estaban enmarcadas por columnas majestuosas. Todo era elegante, moderno e impecablemente diseñado, era un verdadera casa millonaria.
Salí del taxi y respiré hondo, intentando calmarme. El aire era cálido, y el aroma de las flores en plena floración llegaba desde los jardines perfectamente cuidados.
A medida que me acercaba a la entrada, me sentía algo fuera de lugar. Esa mansión, con sus pisos de mármol pulido y sus ventanales imponentes, estaba tan lejos del caos y el dolor en los que había estado viviendo.
Justo cuando estaba a punto de tocar la puerta, esta se abría, y Tayra salía al porche. Me vio al instante, mientras su expresión se suavizaba. Sin decir nada, cruzó la distancia que nos