Punto de vista de Serena
Me detuve un momento, sintiendo una extraña sensación en la boca del estómago.
—¿Dónde está la limusina, Kevin? —Pregunté, intentando mantener un tono casual. Recordaba claramente que nos había traído en aquella limusina blanca, la que Bill siempre usaba para eventos importantes.
Kevin dudó, solo por un segundo, pero lo suficiente para que lo notara.
—Ah, hubo un problema con la limusina —dijo rápidamente—. Algo con el motor. Tuve que cambiarla por otro coche.
Entrecerré los ojos ligeramente, sin evitar sentir que algo no cuadraba. —¿En serio? ¿Qué tipo de coche, entonces?
Kevin señaló hacia la salida, donde pude ver un sedán negro estacionado justo afuera.
—Sigue siendo un vehículo de lujo, Srta. Nixon. Solo que no es la limusina. No se preocupe, es cómodo y seguro.
Aun así, mantuve la guardia alta mientras seguía a Kevin hacia el coche, algo me decía que no debía dejarlo pasar.
Kevin me abrió la puerta trasera, con una sonrisa un poco demasiado tensa. —Despué