Punto de vista de Serena
En cuanto Fabiana me alejó de Bill y Calvin, me golpeó el abrumador bullicio de la fiesta. Fue como entrar en un torbellino de brillo y glamour, no pude evitar sentirme un poco deslumbrada.
Dondequiera que miraba, había alguien famoso o influyente, un rostro que solo había visto en portadas de revistas o pantallas de televisión.
Mientras nos movíamos entre la multitud, divisé a Amelia Verde, la actriz de primera categoría que parecía estar en todos los éxitos de taquilla últimamente. Se veía elegante sin esfuerzo, en un vestido negro ceñido, charlando animadamente con su séquito.
No muy lejos de ella, vi a Gaspar Salinas, el fotógrafo de moda cuyo trabajo era prácticamente icónico. Estaba inmerso en una conversación con un diseñador que me resultaba vagamente familiar, ambos bebían champán como si estuvieran planeando la próxima gran tendencia.
Luego estaba Lila Domínguez, la magnate de la belleza que construyó un imperio desde cero. Estaba rodeada de admirador