Punto de vista de Bill

Permanecimos así por un rato, simplemente estando cerca. El ritmo constante de su respiración, el calor de su cuerpo contra el mío y el sutil aroma de su cabello, me ayudaron a calmarme.

Con Serena tan cerca, todo parecía un poco menos caótico.

Después de unos minutos, ella levantó la cabeza y me miró con esos ojos profundos y comprensivos.

—¿Quieres hablar de lo que pasa? —Preguntó suavemente.

—Es todo este escándalo de Max —comencé—. Ha hecho que los accionistas y clientes duden de mí. Y ahora, alguien está intentando comprar las acciones de mi mayor aliado en la empresa. Si lo logran, tendrán el control.

Serena frunció el ceño. —¿Qué significa eso? ¿Ya no serás dueño de la empresa?

Asentí. —Si compran suficientes acciones, tendrán la mayoría, así que podrán imponer sus decisiones, y lo peor es que podrían sacarme de la junta directiva.

—¡No pueden hacer eso! —Exclamó Serena—. Es injusto. Tu padre y tú construyeron esa empresa desde cero.

—Lo sé —dije—. Pero en