Punto de vista de Serena
Stevie y yo cerramos la tienda en el centro comercial, bajando la reja de seguridad. Con cinco meses de embarazo, me movía lentamente, a menudo descansaba una mano sobre mi vientre que crecía día a día.
Stevie insistió en acompañarme a casa. Salimos al fresco aire nocturno y nos dirigimos hacia mi apartamento.
Al llegar a mi edificio, me volví hacia mi amiga y le dije. —Gracias por acompañarme a casa, Stevie. Seguro estás agotada después de la sesión de fotos de hoy.
Stevie hizo un gesto despreocupado con la mano. —Nah, no es nada —dijo con una sonrisa—. Es lo mínimo que puedo hacer, considerando que ya estás cargando una sandía entera por ahí.
Ambas reímos, el sonido resonó suavemente en el aire nocturno. Luego, Stevie se agachó y le habló al bebé en mi interior. —¡Hola campeón, tu mamá y yo estamos ansiosas por conocerte! —Dijo cálidamente.
Le sonreí.
—Está pateando, creo que puede escucharte. —Comenté, sintiendo un cálido aleteo en mi vientre.
Stevie sonrió