Una esposa para el conde. Capitulo 17
Al día siguiente, la condesa de Craven estaba furiosa después de que la inesperada visita de la marquesa de Londonderry acabara. Subió las escaleras de su residencia, con toda la intención de desquitarse con la causante de que la única amiga que le quedaba, estuviera a punto de retirarle su amistad sincera y de hace años, y con ello el respaldo económico que había conseguido para la empresa de su esposo.
Ingresó como torbellino a los aposentos de su hija, propinándole una fuerte cachetada que le hizo girar la cara a la susodicha. La doncella, que estaba preparando el vestido de mañana de su señorita, gimió horrorizada y salió despavorida del dormitorio, cerrando la puerta tras ella.
—¡¿Madre?! —jadeó sorprendida la joven.
—¿Por qué siempre tienes que arruinarlo todo? ¿Acaso eres feliz con el sufrimiento de tu pobre madre? —Le increpó con lágrimas en los ojos. Estaba furiosa.
—¡No sé de qué me habla! ¿Por qué me ha abofeteado? —increpó, con los ojos verdes cristalinos y acariciando su