Camila
"¿Por qué dejó las cosas para último minuto?"
Suspiré y dejé caer una mano en mi rostro, frustrada.
Todavía estaba parada frente al armario, revisando entre mi ropa deseando que de pronto el vestido perfecto fuera a aparecer mágicamente frente a mí.
La verdad no tenía ni idea de qué ponerme para la fiesta. Nada me parecía lo suficientemente elegante, y lo poco que lo era no me convencía.
El timbre de casa sonó y di un pequeño respingo, desconcentrádome de mi tarea.
—¡Voy! —grité, saliendo de la habitación solo en ropa interior.
Corrí pensando que era la niñera. Pero cuando abrí la puerta, me encontré con una figura conocida y una sonrisa que nunca fallaba en alegrarme el día.
—¡Romina! —exclamé, sorprendida.
Mi mejor amiga venía con dos bolsas de vestidos colgando de su brazo. Me miró de arriba abajo, enarcando una ceja.
—Hola, querida, —dijo, haciéndome a un lado para entrar—. Por suerte llegué a tiempo.
—¿Tiempo para qué? —pregunté, cerrando la puerta mientras la seguía e