Ramiro
El sudor me resbalaba por la nuca mientras miraba a través de las puertas de vidrio del aeropuerto.
Las luces de la ciudad brillaban a lo lejos... Y parecían demasiado intimidantes.
Me había dicho que jamás volvería. No me lo podía permitir... Si Joaquín o peor, Socorro me veían.
Mi corazón latía con fuerza.
"Aquí no solo dejé recuerdos... dejé problemas. ¡Grandes problemas!"
Apoyé la frente contra el cristal y cerré los ojos.
Flashback
El teléfono vibró sobre la mesita. Me lancé sobre él como si se me fuera la vida, viendo en la pantalla el nombre de Margot.
—¿Hola? —contesté, tratando de sonar relajado, aunque estaba a un paso de hiperventilar.
—¿Qué es esa manera de responder? Se dice “buenos días”, “buenas tardes” o “buenas noches”… ¿¡pero hola!? —me regañó con su voz firme al otro lado, ese tono autoritario que siempre me hacía enderezar la espalda.
Tragué saliva. Tenía volver hablar, pero sabía que mi silencio la podía enfurecer más.
—¿Cómo estás? —pregunté temeroso,