Mundo ficciónIniciar sesiónCamelia.
Adrien quería tomar un vuelo desde Chiclayo hasta Huancayo. Sería, como mucho, una hora y media. Pero yo… ¿cómo iba a desaprovechar la oportunidad de hacer un viaje como si fuese una turista? No hubo manera de que lograra hacerme cambiar de opinión. Al final, tomamos un bus hacia mi pueblo natal. Dieciocho horas, o quizás un poco más de carretera, pero valdría la pena.
El viaje no era solo una distancia. Era comida que disfrutaríamos, paisajes, y un nuevo mundo por descubrir.
Por suerte, no llevábamos mucho equipaje. Aún no habíamos comprado casi nada para el bebé y la mayoría de la ropa era mía. Dejé con Estela lo que no necesitaría por ahora, para que lo donara. Y así, nos pusimos en marcha.
El bus era sorprendentemente cómodo. Tenía enchufes para cargar los







