Mundo ficciónIniciar sesiónCamelia.
—¡Oh, Camelia! ¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada? —exclamó mi madre, acariciando mi barriga con angustia—. No puedo creer que me lo hayas ocultado por tanto tiempo, cariño.
Hizo una pausa, rebobinando lo que le había dicho, y le tendió la mano a Adrien.
—Mucho gusto, mi nombre es Rosalía, la madre de Camelia.
—El gusto es mío, señora Rosalía —respondió Adrien con una sonrisa amable.
—Qué hombre tan educado —sonrió emocionada—. Llámame Rosa. Vamos adentro, el clima está muy frío para mi niña.
A todo pulmón gritó:
—¡Víctor, ven acá!
Mi padrastro salió aún en pijama, con una taza de ca







