TRES

MIA

Entramos al restaurante era muy elegante como era de esperarse y me aferre a la camisa de mi novio.

—Mira, allá esta mi amigo.

Vamos de espaldas y mire mi reloj, al parecer llego primero.

—Vamos, no lo hagamos esperar mas entonces—entusiasta le dije a mi novio.

Serpenteamos las mesas, dirigiéndonos a la mesa,

—Amigo—mi novio lo llamo estando de espalda y solo vi la imponencia del hombre ponerse de pie.

Nos superaba en altura, a mi novio en cuerpo, musculo, y eso por un momento me asusto. El hombre desconocido para mí se giro y…

Senti que me caía un balde de agua fría, lo juro como si todo el mar del océano pacifico me bañara completa al reconocer el rostro del hombre que me trato como basura.

Como era posible que un hombre tan grosero, egoísta y banal como este, fuera el mejor amigo de mi novio, no lo podía creer, estaba en shock y creo que no podía respirar normal.

—Llegaste temprano—se abrazaron los dos a modo de saludo y como consecuencia, su cara quedo frente a la mia.

Sus ojos verdes se unieron con los míos y por la impresión lo sostuve por unos segundos, pero despues de mirarlo feo lo aparte.

Me negaba a pensar que este hombre fuera el mismo que mi novio habla como si fuera una gran persona, cuando es tan despreciable.

—Mira, te presento a mi novia, Mia Davis—mi novio me presento—Mia, es mi mejor amigo Maximiliano Smith.

El hombre desagradable me miro y ofreció la mano.

—Te conozco al fin—dijo confundiéndome.

¿Cómo? ¿No se acuerda de mi? Es tan tonto este sujeto que no se acuerda de mi y tampoco de como me trato, peor que basura esa tarde. Además, como no se va acordar de la persona a la que le daño la vida.

Por el, no puedo conseguir trabajo. Mi novio no sabe los motivos verdaderos, no sabe que es por un sujeto que tiene mucho poder y ese sujeto es su mejor amigo.

El destino me estaba jugando una mala pasada.

Ante su aparente olvido de mi rostro y acciones, me toco tragarme mi orgullo y todas las palabrotas que no le dije en su momento porque, aunque no me deje, quedaron por decencia, muchas atoradas en la garganta.

En fin, me toco tomar su mano.

—Un gusto—dije con simpleza.

Pero por alguna razón sentí una corriente eléctrica que recorrió mi mano y no le di importancia. Odiaba esta sujeto, pero tampoco quería dañar la noche y que mi novio notara una mala disposición.

Lo que mas rabia me daba era que como podía dañarle la vida a una persona y no recordarla.

Nos sentamos, pedimos de comer, no me sentía bien, la compañía no era la mejor y menos cuando no dejaba de mirarme constantemente mientras platicaba con mi novio. De los muchos temas que comienzan a tocar, por fin comento en uno ya que me permite desahogarme un poco.

—Las personas poderosas son así, se creen con el derecho de pisotear a las personas sin importarles nada.

—No todas somos así—me dijo y tenía que reconocer que el hombre tenia un tono de voz poderosa.

—Está seguro de que jamás en la vida a pasado por encima de las personas.

Odiaba el hecho de saber que no me reconocería. El hombre me miro, escrutándome, analizándome y mas con el tono agrio que use.

—He estado encima de muchas mujeres, pero pasarle por encima jamás,

Respondió y mi novio ríe.

—Que comentario tan fuera de lugar—exclame—al parecer usted no se toma nada enserio en esta vida.

Las cosas quedan asi, incomodidad reinaba en ese momento y solo quería irme. Me parecía una bajeza del destino que tuviera que actuar como si nada al frente del hombre que destruyo mi carrera y fuera de eso no me recuerda.

—Ire al baño—dijo mi novio—por favor me pides mi postre favorito,

Asentí mientras se dirigía al baño, dejándome a solas con este troglodita. En silencio se quedaba la mesa, no quería ni dirigirle la palabra y pedí el postre a mi novio.

En silencio estábamos, pero podía sentir sus miradas en mí, y lo peor, era que cuando lo miraba, me estaba mirando, poniéndome nerviosa y mas iracunda de lo que ya estaba.

—¿Te pasa algo conmigo Mia? —me pregunto, mientras rezaba que mi novio apareciera rápido y me sacara de este infierno.

—¿Te parece? —le respondí seca.

—Creo que si—dijo—siento una actitud hostil contra mi y no sé por qué.

Cínico, descarado, hipócrita.

Como era posible que se comportara así, algo ofendido cuando tiene la culpa de todo. Pero si el quería jugar a eso, no seria yo quien le digiera sus verdades en la cara o explotaría.

Seguramente quiere eso, que le recuerde en donde me vio y que le arme un escándalo, pero no será así.

—Se equivoca señor—no pensaba decirle por su nombre jamás—no estoy siendo hostil con usted, porque no me ha hecho nada, ¿o si?

Lance la piedra a ver si el caía primero.

—¿De que hablas? —seguía con la misma actitud, pero tenia que decir, ese hombre me miraba intensamente y no se por qué.

—Hablo de que es la primera vez que nos vemos, a menos que usted me conozca de hace tiempo y yo no lo reconozca.

Exprese tomando mi copa, me fastidiaba, aunque me parecía muy guapo.

—Si nos hubiéramos visto anteriormente jamás te olvidaría—me sorprendieron sus palabras—recordaría siempre un rostro tan hermoso como el tuyo.

Se me formo un nudo horrible en el estomago cuando culmino. Me confundió demasiado, porque se sentía sincero, pero claramente ya nos habíamos visto anteriormente y fui la mas perjudicada.

—Usted es un cínico—le dije con rabia.

El, por otro lado, me miraba con una expresión de lio por mis palabras. No podía ocultar la rabia, su cinismo era peor de lo que pensaba.

Esta bien que no diga nada, pero que actúe como si no me conociera, eso si era el colmo.

—No debería decirme esas cosas, soy la novia de su mejor amigo.

—Digo la verdad solamente—insistió y ya me estaba poniendo nerviosa y mi novio nada que regresaba—eres una mujer hermosa que, si antes hubiera visto, jamás la olvidaría.

Ya nos habíamos conocido y me destrozaste la carrera. Eso quise gritarle en la cara, pero me contuve.

—No le creo nada, al parecer eso hacen los hombres como usted, que no respetan nada ni a nadie y usted se ve el tipo de hombre que va por le camino, arruinándole la vida a las personas.

Eso me salió del alma y no lo pude contener. La verdad niñas, Maximiliano, en ese momento, cuando nos vimos por primera vez, en medio de la confusión, no pude repararlo, pero ahora de cerca, claro, es un hombre atractivo, no se puede negar, pero su forma de ser, daña cualquier concepto físico que tenga de él.

Es una horrible persona con una apariencia seductora. Se puede notar y no mentía por las miradas que recibía de las féminas que estaban en las mesas cercanas.

—No entiendo porque me hablas así—no lo mire esta vez—Mia, no se si te hice algo, pero si es así, discúlpame.

Ok, de nuevo me había tomado con las bragas abajo. No me esperaba que se disculpara, pero el…. «no se si te hice algo» volvía a ponerme un signo de interrogación.

En verdad no me recordaba ni poquito o era un excelente actor. No dije nada, pero apenas el mesero trajo la orden y mi novio se acercaba, fui yo quien se puso de pie para ir al baño. De inmediato una extraña sensación me recorrió, sus ojos estaban puestos en mí.

Fui al baño, necesitaba enfriarme y pensar con cabeza fría.

Soy una mujer inteligente, fuerte y capaz.

Me repetí para recordar quien era. Entonces después de tomarme un tiempo y meditar Sali del baño, regresando a la mesa. No quería dañar el momento, mi novio estaba contento, cuando caminaba hacia ellos, estaba sonriente y cuando llegué, no quise mirar a Maximiliano pese a sentir sus ojos en mi cuerpo.

Algo que percibí en ese momento era que el hombre me generaba una mezcla de sensaciones contradictorias porque lo odiaba por lo que me había hecho, pero su mirada me quemaba la piel.

—Bueno amor, Max y yo decidimos que seria bueno ir a una discoteca para rematar.

No podía ser mi suerte tan asquerosa, y yo que pensaba que ya nos iríamos porque no soportaba un minuto mas al lado de su mejor amigo.

—Discoteca, sabes que no...

—Te divertiras mucho Mia—dijo Maximiliano y casi me lo como con los ojos—o no quieres ir con nosotros, el problema soy yo.

Me colocaba en una situacion incomoda.

—No, como crees, no se trata de ti siempre—exclame sin poderlo evitar.

Pero tampoco en ese momento, quería que Andrés notara que no me agradaba para nada Maximiliano. Y si no aceptaba ir con el, me haría preguntas y como estaba de confundida, lo mas seguro era que cometería un error, no queria hablar sobre el tema del porque no puedo conseguir trabajo, además, decirle que el que me desgracio la vida fue su mejor amigo y que su amistad se dañara.

Y también pensé, el hombre fue malo conmigo, pero no se comportaba así con mi novio porque hablaba siempre cosas sorprendentes de Maximiliano, así que después de insistir un poco finalmente dije…

—Esta bien, amor, vamos si tú quieres.

Maximiliano sonrió y note que lo hacia bonito.

Y este fue el comienzo del fin para nosotros.

No sabia lo que pasaria, pero debi presentirlo en ese momento, sin embargo acepte ir y ahora lo lamento demasiado.

Yo sinceramente debí decirle que no, tal vez no hubiese pasado que le paso después de ir a esa discoteca.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo