DOS

MAXIMILIANO

Parpadee varias veces adaptándome a la luz que se filtraba por la ventana de mi apartamento. Estaba muy cansado, la noche había sido muy movida y la mujer que tenia al lado lo confirmaba.

Soy un hombre lobo, pero mi lobo interior esta dormido, solo despertara cuando encuentre a mi Mate. A mi pareja destinada, Siglos buscandola, esperandola, pero no he tenido suerte a diferencia a mi hermana.

No me importa que sea como sea, humana, loba, pero quiero compartir mi vida con una mujer a la que si quiera realmente.

Aparte la mano de la mujer con la que tuve sexo ayer y me incorporé dándome una ducha. Necesitaba con urgencias despertar mis neuronas por eso, meti la cabeza en las gotas frías. Tengo que ir a mi empresa, la cual tengo en sociedad con mi mejor amigo y debo dejar las cosas claras con el fin de ir a la cita que le prometí que iría.

Conoceré a su novia, lleva apenas meses con ella, pero me genera mucha curiosidad ya que por meses solo fue su amigo a petición de la chica. Siempre me habla de ella, esta enamorado y me alegra por el, al menos uno de los dos ya encontró el amor.

Yo llevo siglos buscándola y no la he encontrado aun. Termine de darme la ducha y note la cama vacía. Sin importancia alguna y espero que anastasia ya se haya ido me visto con uno de mis trajes. Me gustan estos trajes a la medida y es lo que siempre uso.

Al salir ya listo de mi habitación, Anastasia me tenia el desayuno listo, molestándome porque siempre le digo que no debe tomarse este tipo de atribuciones.

—No es necesario—le dije áspero, a veces podia ser chocante, pero ella me conoce bien y no me gusta que se tome atribuciones que no le correspondia.

Le deje las cosas claras, pero no entiende y me estaba pidiendo algo que evidentemente no podia darle.

—Sabes que esta bien para mi hacerlo.

—No pienso desayunar, comételo tu y cuando lo hagas, sal de mi apartamento.

—En verdad que no te entiendo—enojada hizo a un lado los platos—me llamas, pasamos una noche fantástica y luego te comportas como un completo idiota.

—Solo sexo anastasia, nada más, pensé que lo tenias claro, pero si no es así, lo dejamos de este tamaño.

Tomé mi maletín, despuesto a irme, no quería soportar ese tipo de dramas que pensé ya estaba superado. Pero no pude llegar a la puerta, Anastasia se me atravesó en el camino.

—Intentémoslo por favor—pide—nos llevamos bien en la cama, tenemos los mismos gustos, no veo porque no intentarlo.

No podía intentar nada con ninguna mujer porque sencillamente ninguna me gustaba o amaba. Tenia necesidades sexuales que ella o cualquiera podía satisfacer, pero tampoco me gusta estar acostándome con la una y con la otra. La escogí a ella como mi compañera de calor, pero….

—Ya te lo dije Ana, sin sentimientos, compromisos o ataduras—le recordé—si es demasiado para ti, ya sabes, lo dejamos de este tamaño.

La escuche suspirar.

—Esta bien—dijo resignada—te quiero mucho y si esto me puedes dar, lo aceptare.

—Te lo dije, no mezcles sentimientos porque en cualquier momento esto puede terminar y la más perjudicada serás tú.

—No soy una mujer que se rinde fácilmente.

—Bien, como quieras.

Sali dejándola en mi apartamento. El segundo que uso, porque realmente solo vivo en uno y este lo utilizo cuando vengo con ella. al llegar a mi oficina mi secretaria me informa sobre las reuniones, mi amigo Andrés ya atiende las suyas ya que está visitando la producción del viñedo.

Nuestra empresa es de viñedo, fabricamos y exportamos uno de los vinos catalogados como excelencia y nos llevo casi dos años estar entre los mejores. La calidad se mantiene y como conocedor del vino, se y puedo decir que el nuestro sin duda es el mejor.

Me empape toda la tarde de mis responsabilidades, atendí clientes, proveedores, y busque nuevos eventos donde nosotros directamente ofrecemos las bebidas y resulta ser un excelente negocio.

—Hola mama—atendí la llamada de mi madre—¿Cómo estás?

—Preocupada, Máximo no aparece, llevo días llamándolo y no me quiere contestar.

—Mama, ya sabes mi hermano gemelo como es, debe estar enojado con la decisión de mi padre—le dije para tranquilizarla—pero sabes que volverá, siempre lo hace, así que despreocúpate que eso te puede hacer daño.

Suspiró resignada. siempre había sido directo con ella, le puse condiciones, pero como siempre y me había pasado tiempo atras, mezclo sentimientos.

—Hijo, cuando vienes, sabes que tienes que cumplir con tus deberes en la manada.

—Lo hare mama, pero cuando me entreguen el poder, aunque sabes bien que no debería ser yo quien tome las riendas de la manada.

Soy un cambiaformas que pertenece a la manada entre los arbustos llamada Eclipse. Teníamos un problema dentro del núcleo familiar, yo era el segundo al nacer, mi hermano Máximo el primero y debería el subir al trono.

Ser el alfa me tiene sin cuidado, no era un puesto que ambicionara porque desde pequeño ya lo sabía y lo acepte, sin embargo mi hermano comenzó a revelarse, es irresponsable, imprudente y no tiene sentido común para nada.

Se la pasa de fiesta en fiesta, no toma las riendas de su vida y eso lo noto papa que decidió darme el poder y el puesto de alfa a mí. Me tomo por sorpresa, claro que sí, pero era algo que sabia podía suceder por la falta de seriedad de Máximo.

Cuando papa le dio la noticia, no le gusto para nada y de eso ya va a ser un mes.

Anastasia no sabe lo que soy realmente, menos mi mejor amigo, nosotros vivimos ocultos, por lo regular somos más altos que los humanos, cuerpos grandes, músculos definidos.

Vivimos por mucho más tiempo. Físicamente o en humano tengo 25 años, pero en tiempo licántropo, tengo 600 años. No me importa que mi mate sea humana, loba, leona, o una vampira. Hay muchas especies en este mundo, pero si me gustaría tener a mi mate conmigo de una vez.

Una vez que la tenemos, no miramos o somos de otra mujer, solo de ella. nada más de ella.

—Pero tu hermano no puede ser quien tenga el poder, sabemos que nos llevaría al punto de la extinción.

—Yo estoy dispuesto, si el cambia sus hábitos, devolverle el título, sinceramente mama, me gusta lo que hago, pero me siento comprometido con mi manada y si no hay opción, tomare el lugar de mi padre.

—Eres un amor Maxi—me dijo mama.

—Las mujeres no dicen lo mismo.

—Grosero—me gusta hacerla reír—ya llegara amor, yo demore casi mil años.

Me puse de pie para mirar por la ventana, mama me había contado muchas veces su historia.

—No tengo afán, disfruto mi vida de soltero—eso dije sin haberla conocido a ella.

Lo que no sabía era que esa mujer iba a poner mi mundo de cabeza con solo verla una única vez.

—Me encantaría conocer a tu lobo.

Cuando encontramos a nuestra pareja destinada, nuestro lobo interno despierta. Esta dormido, y solo el aroma de nuestra mate, lo puede despertar.

Es como un cuento de Blancanieves que vuelve a la vida o despierta con el beso de su príncipe.

—Te amo mama.

—Te amo hijo mío.

—Ya deja tranquilo a Máximo, esta bien.

—Si sabes algo de él, dile que me llame, o no podre vivir en paz.

Suspire porque no me gustaba verla asi.

—Intentare buscarlo mama—le dije para calmarla.

—Harías eso amor.

—Por ti si—aunque sinceramente me llevaba muy mal con mi hermano.

—Te amo hijo. 

Mama siempre era cariñosa, no lo podia negar, siempre diciendome lo mucho que me queria, pero se que ama mas a mi hermano y puedo vivir con eso porque pese a todo, siempre me trato con amor y respeto.

—Mama, por favor saluda a mi sobrino Mani, iré a visitarlo prontamente.

Tengo una hermana menor que ya tiene su mate, y tienen un pequeño llamado Maní. Casi lo perdemos una vez, fue de paseo en la escuela y casi se ahoga. No estaba en ese momento, estaba de viaje, pero según mama, Máximo se hizo cargo de todo el problema.

Aunque a mi parecer fue excesivo a la hora de pedir que despidieran a la profesora, creo que fue un accidente que no paso a mayores, pero lo comprendí porque Máximo ama con locura a Mani.

—Lo hare hijo, esta estudiando, pero apenas llegue le daré tus saludos.

—Te llamo después mama.

Desde que supo que sería el sucesor nuestra relación se rompió, no éramos los mejores amigos, pero nos tratábamos bien y no como enemigos.

Máximo siempre había sido el consentido de mama, siempre lo he sabido, pero, así como lo ama, es quien más dolores de cabeza le daba.

Me concentré toda la tarde, con la mente despejada hasta que recibí el mensaje de mi mejor amigo que me indica donde tengo que llegar. Tenía muchas ansias de conocer a su novia, por todo lo que me decía, había creado esa necesidad y sinceramente se había quedado corto en describirla física y en su personalidad.

Unas dos horas antes salgo de la empresa, evitando tener que llegar tarde. Una de las cosas que siempre habia odiado era la impuntualidad. Por eso la evitaba y siempre preferia llegar primero, esperar, pero jamas llegar tarde.

ademas, debo reconocer que me inquietaba conocer a la novia de mi mejor amigo.

No me arrepiento de ese encuentro, porque ahí, supe que era amar de verdad pese a traicionar a mi mejor amigo.

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