C6-MAMÁ
El hombre que se acercaba tenía una presencia imposible de ignorar. Alto, de hombros anchos, cabello rubio peinado con precisión y un traje oscuro que no dejaba espacio para la informalidad. Sus ojos azules eran fríos, calculadores, y reflejaban una calma peligrosa, como si nada ni nadie pudiera alterarlo.
Rachel lo reconoció de inmediato, era Aaron Hunter.
El nombre le retumbó en la mente, como uno de los empresarios más influyentes de Londres, con una fortuna que parecía crecer incluso en tiempos de crisis. Su conglomerado, Hunter Industries, controlaba desde farmacéuticas hasta cadenas de tecnología y finanzas. Era el patriarca de su familia desde los veintiséis años, cuando su padre murió repentinamente. Y en lugar de hundir el legado, Aaron lo multiplicó.
Había tomado las riendas con una frialdad quirúrgica, y contra todo pronóstico llevó a las empresas familiares a niveles que ni su padre había alcanzado.
«Genial. Lo que me faltaba» pensó con ironía, bajando la vista un