32. Amelia besa a Cristóbal
Cristóbal se quedó mirando la puerta de la habitación cuando tuvieron que usar la fuerza para sacarlo. Se mesó el cabello con desespero y aguardó, impaciente… enloqueciendo.
Casi una hora después. El doctor salió. Las enfermeras lo siguieron.
— Conseguimos estabilizarla, pero… Amelia no puede recibir otra fuerte impresión o esta vez no podremos hacer nada — Cristóbal sintió un aire de alivio y asintió con ligereza —. Puede pasar, solo recuerde lo que le acabo de decir.
Cristóbal volvió a asentir, y esperó a que el equipo médico se retirara para entrar.
Amelia alzó el rostro en cuanto lo vio, todavía presa de la angustia.
— Cristóbal… — musitó, y él corrió a encontrarse con ella. No dudó en estrecharla contra su pecho y ella en dejarse abrazar — ¿En dónde está mi hijo, Cristóbal?
Él se separó, con lágrimas de impotencia en sus ojos, y tomó sus manos entre las suyas. Le besó el dorso con anhelo y dedicación antes de relatarle lo que había sucedido.
A medida que escuchaba, Amelia sentía q