29. Iba a recuperarla
— Nos quedaremos aquí por lo pronto, hasta que podamos escoger la casa correcta para los tres, ¿te parece? — le propuso Cristóbal a Amelia, luego de haber llevado al pequeño Cristóbal a su nueva habitación. Esta vez quería hacer las cosas bien. Amelia barrió el lugar con la mirada — ¿Qué pasa? ¿No te gusta?
— No es eso, es solo que… — confundida, negó con la cabeza.
Cristóbal tomó sus manos, instándola a mirarlo.
— ¿Que qué? Puedes decirme lo que quieras.
— Todo esto, Cristóbal. Yo… me siento muy confundida. Tu cambio de actitud conmigo. Tu madre…
— Mi madre es la causante de todo esto —replicó—. De no haber sido por… lo que hizo en el pasado, tú y yo estaríamos juntos, ¿entiendes eso? Juntos, Amelia. Nuestro hijo habría crecido con sus padres, amándose el uno a la otra. Amelia, yo… te amo, te lo dije. Te amo y no pienso perder más tiempo del que ya hemos perdido. Quiero que…
— Para, Cristóbal, por favor — le rogó, soltándose de sus manos —. Todo lo que me estás diciendo es… no solo di