BIANCA
Intenté abrir los ojos pero casi no podía, lo veía todo borroso y tenía la boca muy seca, moví las manos para saber donde estaba, sintiendo una tela muy suave y me imagine que seria una cama por lo mullido que estaba. Poco a poco fui mirando con un poco más de claridad viendo que estaba como me acababa de imaginar, en una cama en una habitación que no conocía. Cuando ya pude ver mejor vi a Angelo acercándose a mí mirándome con su semblante muy serio.
—¿Dónde estoy Angelo? ¿Qué pasa y por qué estoy aquí? — le pregunté
— Lo siento Bianca, eres nuestra prisionera — me dijo
— Como que prisionera, ¿de quien?
— De Arianna y de mi, vamos a venderte a Victor Morales con la condición de que cuando nazca tu bastardo se lo dé a Arianna ya que planean Giuliano y ella casarse — me dijo dejándome atónita mientras escuchaba lo que me estaba diciendo
— Giuliano no me haría eso, mi marido me ama — respondí
— Siento ser yo el que te lo diga y perdoname por traicionarte, pero estoy muy enam