4. ¿No estaba en el desierto?
POV Mara
Algo no está bien aquí… Esos malditos soles no se ocultan. Sí, ahora que los observo con más atención, lo noto: dos soles abrasadores iluminan este desierto sin sombras.
Miro a mi alrededor. Las montañas de arena han cambiado de forma, y ahora me encuentro en un valle sin relieves.
No me he movido del lugar. No ha habido tormentas de arena que expliquen este cambio, y aun así, el paisaje es distinto. Las horas se vuelven eternas, una tortura silenciosa que carcome la razón y la lleva al límite.
Pero yo soy Mara, diosa de la lujuria, la obsesión y las ilusiones. Alguien está moviendo los hilos, intentando jugar con mi mente.
Lo que no sabe es que viví y sobreviví al inframundo. Aprendí a engañar de los mejores maestros: mi abuela, la diosa del amor, Afrodita; y del dios de la muerte, Hades. Los más grandes ilusionistas que existen en el universo.
Sé cómo funcionan las trampas dentro del laberinto de la mente, cómo doblegar a un adversario sin siquiera tocarlo.
Quien sea que es