UGPEM. CAPÍTULO 95. El Nubio
UGPEM. CAPÍTULO 95. El Nubio
Max gritó desesperada mientras los soldados intentaban mantenerla con la cara pegada al suelo de tierra. Finalmente se quedó inmóvil y con los ojos llenos de lágrimas, impotente ante la situación.
—¿Qué hacemos con ella? —preguntó Priscila y Alcott dirigió su pistola esta vez hacia ella, pero algo comenzó a sonar en uno de los bolsillos del cadáver y Alcott tomó aquel teléfono viendo el mensaje.
Enseguida le hizo un gesto a Priscila que ordenó que levantaran a Max y luego la golpeó violentamente en la cabeza. El último pensamiento de Max antes de caer en la oscuridad fue que nunca volvería a ver a Travis ni podría darle las gracias por todo lo que había hecho por ella.
Media hora después, de regreso a la casucha donde se estaban quedando, Alcott ponía aquel celular en sobre la mesa y Priscila también leía el mensaje.
—Tres millones —murmuró—. Tres millones es mejor que un cadáver —murmuró la mujer.
—No estoy tan seguro —replicó Alcott.
—Entonces déjame dar