UGPEM. CAPÍTULO 88. Recuerda lo que te enseñé
UGPEM. CAPÍTULO 88. Recuerda lo que te enseñé
Cuatro meses después
Para Liam no había existido nada más emocionante en el mundo que llevarse a su mujer y a su hijo a casa. El pequeño Dereck se parecía mucho a él, y cuando tenía hambre era igual de chilletas y demandante que su padre.
Los primeros meses fueron una experiencia inolvidable para los dos. Liam pasaba mucho tiempo balanceando a Dereck en los brazos, cantándole canciones, y hablando con él con un tono dulce y amoroso. Le leía libros para bebés a su hijo antes de acostarlo cada noche, y siempre se sentaba junto al sillón donde Max lo mecía hasta que se dormía.
Ella, por su parte, adoraba a su hijo y cada vez que lo miraba se sentía orgullosa. Amaba a aquel niño más que a nada en el mundo. Liam y ella eran un equipo increíble como padres y disfrutaban de cada minuto juntos como una familia.
—Creo que deberíamos inscribirlo —le dijo a Max uno de esos días.
—Eso es arriesgado —murmuró Max.
—¿Más arriesgado que viajar con él sin