LA AMANTE VIRGEN. CAPITULO 12. Una mujer fatal
LA AMANTE VIRGEN. CAPITULO 12. Una mujer fatal
Blake habría escupido cualquier cosa que tuviera en la boca de la impresión, así que lo único que le salió fueron maldiciones.
—¿Es una puta broma, Lott...? —Se interrumpió y se mesó los cabellos—. ¡Dime que es una maldita broma y que no me estás pidiendo esa estupidez! ¿¡Cómo pretendes obligarme a eso de nuevo!? ¿¡Cómo quieres que vuelva a engañar a Callie!?
Ella hizo un puchero y negó con el índice.
—No, no, no, querido. No quiero que la engañes, al contrario. Quiero que se lo digas y que me traigas el consentimiento de mi hermanita para que te acuestes conmigo. Solo entonces y después de haberte metido en mi cama toda una noche, voy a proponerle tu proyecto a Lawrence —sentenció ella con frialdad y Blake juraba que lo que había en sus ojos era maldad pura.
Se acercó a Charlotte con un movimiento brusco y tomó su cara, levantándola contra él solo para escuchar el estruendo de los dos guardaespaldas entrando.
—¡Déjenlo! —les ordenó ella,