CAPÍTULO 21. Un huracán en forma de mujer.
CAPÍTULO 21. Un huracán en forma de mujer.
Scott la vio sonrojarse en un segundo y rumiar un:
—¡Cochino! Otra: ¿Cuál es la cosa que más amas en todo el mundo?
—¡Eso es fácil! Beast.
—¿Beast? —preguntó Alexa con curiosidad.
—Ya lo conocerás —respondió él y realmente Scott tenía toda la intención de que su mastín le diera un susto de muerte a Alexa.
Para las once de la mañana el día se había puesto oscuro y llovía a cántaros. Los truenos eran ensordecedores y las luces parpadeaban, como si estuvieran a punto de morir.
—¿Qué demonios es esto? —murmuró ella sobrecogida.
Estaban en la cocina de la suite, ella bebiendo un té y él un café, cuando el corte de luz los dejó en la oscuridad.
—¡Mierda! —exclamó Scott, y se levantó para ir a por velas—. Seguro que el huracán provocó algún corte.
Los árboles se doblaban bajo la fuerza del viento y en el horizonte se veían las luces de los edificios que iban y venían. Parecía como si fuera ya de noche, pero era todavía temprano.
—Tenemos que irnos —