CAPÍTULO 143. Sorpresas
CAPÍTULO 143. Sorpresas
Él se arrodilló frente a ella y sonrió.
—Sí, amor, es un modelo que puedes conducir solo con las manos —le explicó—. Lo mandamos a construir especialmente para ti, aunque sé que muy pronto se lo pasarás a todos los que se atrevan a volver al ruedo, como tú.
—¡Gracias, amor! —dijo ella, sin poder evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos. No podía creerlo.
Scott se acercó a ella y la besó en los labios.
—Te amo, Ale —susurró—. Nunca lo dudes. Cuando dije que haría cualquier cosa por ti, lo dije en serio. Ahora vamos, vamos a darnos una vuelta.
La subió al auto y la aseguró antes de subirse al asiento del copiloto, también había hecho construir un pequeño circuito de Fiorano para ella y aunque al inicio Alejandra fue más que cuidadosa mientras aprendía a reconocer el coche, muy pronto volaban sobre aquel camino con la misma energía de siempre.
Para Alejandra, esto era más que un simple regalo; era un símbolo del amor de Scott y de todo lo que él significaba pa