PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 70. Amenazas
Niko se consideraba un hombre bueno, y en general, lo era, sin embargo no pudo evitar sentir una oscura satisfacción cuando vio el espanto y la rabia en los ojos de Chantal.
—¿¡Te has vuelto loco!? ¿¡Qué crees?! ¿Qué trayéndome a un mugrero como este me vas a