PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 61. Verdades que duelen
Niko se quedó sin palabras, como si de repente el mundo fuera una pequeña burbuja estallando.
La prueba de embarazo en sus manos parecía pesar una tonelada, y de toda aquella ola de emociones que lo atravesaron, ninguna tan fuerte como la sorpresa.