PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 34. Media vida de ventaja
Niko la besó con una desesperación que parecía contener todos los momentos de tensión entre ellos desde que se habían conocido. Su cuerpo, firme contra el de Gigi, la mantenía atrapada entre él y la fría pared de la sala de juntas, mientras su le