PRINCESA... DE DÍA. CAPÍTULO 8. Un guardaespaldas poco convencional
Dandara respiró hondo y levantó la barbilla porque a ella jamás la habían sacado de sus casillas como aquel hombre era capaz de hacerlo. Más bien siempre era ella la que acababa volviendo locos a los guardaespaldas que le ponía su p