Milo la miró fijamente y ella se encogió de hombros, un poco nerviosa. No había modo de que se callara lo que había pasado porque era algo importante, y no quería poner en peligro la seguridad de ambos.
—Bueno... él me dijo que creía que nosotros éramos demasiado cercanos —comenzó Anja, su voz apen