—Pues te advierto que yo sí no me voy a resistir —susurró él mientras cerraba los ojos y sentía las manos de Chiara acariciando su miembro a punto de estallar.
No dijo nada más, solo sonrío mientras ella lo liberaba de su pantalón y sus bóxer. Era tan magnifico que Chiara se quedó embobada durante