El rostro de Mason era una máscara furiosa mientras se reproducía aquel audio.
—¡Objeción! —se levantó Basil—. ¡Nadie nos informó que se presentaría esta evidencia! ¡No pueden aceptarla!
—La orden acaba de llegar —sonrió Gazca mostrándole al juez un documento donde los peritos confirmaban la auten