Capítulo 18. Diferentes (parte 2)
Dylan O' Conell.
Dejo el vaso vacío antes de ponerlo otra vez en su lugar. El líquido quema mi garganta, pero tengo una misión y necesito cumplirla antes de que Alessandra se quede dormida. No sé cuánto tiempo ha pasado, tampoco tengo seguridad de que siga despierta, pero no me interesa.
Me va a escuchar y bien.
Subo las escaleras de dos en dos y cuando llego al pasillo, no dudo en ir directo a su habitación. La habitación donde deberíamos dormir juntos, si fuéramos un matrimonio normal.
Me detengo un segundo delante de la puerta cerrada. Pero quiero explicaciones y no pretendo que pase el momento indicado para pedirlas.
Abro la puerta sin tocar y me sorprende que no tiene seguro. La oscuridad me absorbe por unos segundos cuando entro a la habitación. Y cuando logro encontrarla, la veo en la cama, acurrucada sobre el colchón, sin nada que la cubra.
Me acerco en silencio y es lo peor que pude haber hecho en la vida. Porque si antes la deseaba, ahora lo hago mucho más. No es para menos