Capítulo 96. Déjà vu
Adelina había hecho el dibujo de un pequeño bebé en una pared mugrienta y que apenas estaba pintada.
Esa habitación había sido su hogar desde que llegó a ese lugar y ahora solo quería tener algo que le recordara al pequeño Xavier. Una especie de motivación para seguir adelante y no rendirse.
—¿Es tu bebé—, preguntó una de las chicas que estaba cautiva junto a Adelina en ese burdel de mala muerte.
—Si...—, respondió Adelina con orgullo. Desde que conoció el instinto de madre, se había enamorado de esa sensación.
—¿Cómo se llama?—, insistió la chica.
—Xavier.... Su nombre es Xavier.
—Me gusta ese nombre—, dijo la chica.
En ese momento se levantó de su cama una de las chicas más rudas del burdel. Era una mujer que a pesar de ser otra cautiva, le gustaba ser la dominante en el grupo.
Se acercó y de forma abusiva borró el dibujo del pequeño Xavier con sus propias manos.
—No me dejan dormir hablando de su estúpido bebé—, dijo esa mujer de forma amenazante esperando que alguna de la