Capítulo 70. Devuelta a la pesadilla.
Eran altas horas de la madrugada. El sol estaba muy cercano a salir y comenzar el nuevo día, cuando una de las camionetas blindadas de los escoltas de Félix Lancer apareció de la nada y se estacionó frente a una casa en una de las urbanizaciones más importantes de la ciudad.
El primero en bajar de la camioneta fue Urdaneta. Su traje ejecutivo de color negro era el camuflaje perfecto para evitar verse en la oscuridad de la noche.
Luego bajó Jiménez y señaló la casa con la linterna de su teléfono.
—¿Estás seguro que esta es la casa?—, preguntó mientras iluminaba la entrada principal.
—Ya te lo dije. Estoy totalmente seguro. Es imposible equivocarse en una simple dirección.
Jiménez asintió con la cabeza y una expresión de desconfianza en su rostro.
—Más te vale que estés en lo cierto, y que no te vuelvas a equivocar—, amenazó—, No podemos volver a fallarle al jefe Félix. Una falla más y nos va a cortar la cabeza a ambos.
—Te lo repito por centésima vez. No estoy equivocado. Esta e