Capítulo 104. Lo hemos encontrado.
La música de un piano sonaba en un refinado restaurante en donde Félix había decidido reunir a todos los políticos y millonarios poderosos que lo apoyaban.
La tonada era suave y elegante para combinar con la estética extravagante del lugar. Todos reían y disfrutaban mientras que Félix sufría en una clínica por la vida de su hermana que estaba en peligro.
—¿Félix no ha regresado de la clínica?—, preguntó uno de los magnates que esperaba en esa reunión.
—No, y no creo que lo haga—, respondió la canciller con una risa burlona.
—¿Qué estás insinuando?—, dijo el congresista Carter, que era un gran amigo de Félix—, ¿Estás diciendo que Félix se va a retirar de las elecciones?
—Sólo estoy diciendo que será muy difícil ser alcalde de la ciudad mientras debe estar al pendiente de su hermana vegetal—, la canciller comió de su platillo mientras que la sonrisa en su rostro se asemejaba a una victoria.
Pero incluso cuando ya lo daban por derrotado y estaban seguros que tiraría la toalla. Féli