Capítulo 92: Temores.
Aquella tarde, Juliana Hancock y Brunella Bensiali, habían decidido seguir a Aurora después de sus clases en la universidad. Brunella había decidido pasar a la acción y apresurar sus planes…era el momento de poner a aquella mujer en su lugar. Siguiéndola hasta el centro comercial, la cruel mujer, sin embargo, no esperaba que la sumisa chiquilla a quien intimidaba cuando era apenas una niña, se rehusara a hablar con ella.
—¡Ayúdenme, esta mujer me ha empujado! — gritó Brunella después de haberse dejado caer a propósito ante la mirada incrédula de Aurora.
Rápidamente, un par de personas ayudaron a levantarse a la cruel mujer, que le dio una mirada de burla a la pelirroja.
—¿Se encuentra bien? — preguntó una mujer evidentemente preocupada.
En ese momento, Brunella comenzó a llorar. —Me duele la cadera…me duele mucho…esa mujer de la nada me ha empujado violentamente, yo no le he hecho nada. — dijo la cruel mujer señalando a Aurora entre lágrimas falsas.
Una anciana, repentinamente abofete