Capítulo 51: Descubiertos.
Aquel móvil continuaba vibrando, y la respiración entrecortada de Aurora, mostraba su nerviosismo ante aquel acto tan atrevido; el más atrevido de toda su vida, que estaba haciendo con Massimo en ese elevador.
—No contestes, que yo no me voy a detener. — le aclaró Massimo, su respiración todavía era pesada, tenía a Aurora casi expuesta y semi desnuda ante él, jamás se detendría.
—Es Leandro…— le dijo ella, y Massimo se molestó, ¿Era por eso el nerviosismo y ansiedad que presentaba?, tensó la mandíbula y la vio molesto.
—No contestes, a menos que quieras que escuche como te tomo… — Massimo advirtió mientras colaba una mano bajo su ropa interior y acariciaba la humedad que ya presentaba.
Aurora apretó sus ojos y se elevó presionando sus senos desnudos con la tela de su camisa, no logró contener un gemido, apretó con fuerza su móvil que seguía sonando y vibrando en su mano, la misma que se encontró enredada al cuello del rubio, intentando mantenerse inútilmente serena.
—Eres un tonto…— l