¿Podría un amor verdadero terminar así nada más? ¿Será fácil olvidar al primer amor? ¿Podrá funcionar esta vez? Todas esas preguntas se hace Celis Reusel constantemente cada vez que los recuerdos de Henry Kohlheim le evaden la mente. Sin embargo todas esas preguntas y dudas resurgen con más intensidad cada vez que está presente esa nueva ilusión que poco a poco le evade el corazón, esa nueva ilusión que de pronto apareció a sanar su alma. ¿Podrá Henry Kohlheim llegar a tiempo?
Leer más********Henry********
Me encuentro en el balcón de mi departamento y es que los balcones me hacen recordar tanto a Celis y lo peor de todo es que no he podido contactarme con ella. Al parecer ella se ha tomado tan enserio lo de olvidarme y eso me duele demasiado.
He tratado de acortar mi tiempo aquí en España pero al parecer debo cumplir al menos un año y medio antes de volver a México y apenas llevo unos cuantos meses, sinceramente no me puedo imaginar otros largos meses más alejado de Celis.
******** Narra Celis************
Hoy amaneció muy frio, los cristales de las ventanas están vaporizados y mojados por la lluvia.
Estoy concentrada viendo como las gotas de agua resbalan por ese ventanal enorme que hay justamente frente a mí, sinceramente siempre me ha gustado ver las flores del jardín por ahí pero lamentablemente debido al clima de hoy no podré ver al menos la alberca y el pasto húmedo.
De pronto escucho ruido en la entrada por lo cual volteo y veo como entra Marck con unas bolsas en sus manos. Él viene con un impermeable pero aun así parte de su pantalón está un poco mojado.
—¡Hola! —dice sonriente mientras me muestra las bolsas.
Él entra y deja las bolsas en la mesa del comedor mientras viene hacia mí.
—Hola ¿Qué haces? —también sonrío.
—Vine a traerte café y unos roles que me encontré en la cafetería.
—¿De verdad? —digo con entusiasmo.
—Sí, supuse que debes tener mucho frío ya que eres la friolenta numero uno del mundo—dice bromeando.
—Pues sí, aunque no me esperaba que vinieras hoy.
—La verdad es que te extrañe hoy en la empresa y quise venir a traerte esto y así verte —se acerca a mí y me toma de las mejillas.
Lo cual me pone muy nerviosa, así que solo me dispongo a sonreír hasta que siento como mi madre se mete en medio de los dos y finge no darse cuenta.
—Ay, lo siento pero es que… vi claramente que la azúcar estaba aquí, pero debí equivocarme ¡Lo siento hija! Debí ponerme los lentes—sonríe vagamente.
—Señora ¡Buenas tardes! —extiende su mano y la saluda.
—Buenas tardes Marck —responde con seriedad y se va.
Mi madre suele ser muy clara cuando se trata de personas y por alguna extraña razón ella se comporta muy extraña con Marck, no puedo creer que a ella no le caiga tan bien como a mí, sinceramente desde que Henry se fue me la he pasado muy mal por semanas, y aunque Marck no sabe lo de Henry, es decir el porqué de mi tristeza, él se ha encargado de hacerme reír y de hacerme ver que la vida es hermosa y que debo disfrutar de ella. Marck me hace muy bien, así que él se ha vuelto muy importante para mí.
—¿Comemos? —pregunto.
—Claro—responde con una sonrisa mientras se quita el impermeable.
He pasado una tarde muy linda con Marck, sus chistes y su plática son lo mejor. Él se pone de pie y toma sus cosas. —Me tengo que ir ya es muy tarde ¿Te veo mañana? —toca una de mis mejillas.
— Sí, Gracias por el café —sonrío.
—Es un placer complacerte —se acerca a mí y deposita un beso cerca de la comisura de mis labios—Eres hermosa—dice cerca de mi oído.
¡Vaya! No esperaba eso, me sonrojo un poco y como de costumbre solo le sonrío apenada.
—Buenas noches —menciona mientras sale de mi casa.
—Buenas noches —respondo mientras cierro la puerta.
Al día siguiente estoy en la oficina discutiendo un poco con Kay.
—Por favor Celis ¡Por favor! Al menos escucha lo que tengo que decir —me suplica.
—¡No! Por favor tú, ya te dije que si se trata de Henry no quiero saber nada, por favor Kay por primera vez siento que puedo respirar con tranquilidad, por primera vez desde que él se volvió a ir puedo estar tranquila puedo sonreír nuevamente —la miro con suplica mientras le explico.
—Celis, yo entiendo pero por favor solo lee esto—me enseña un sobre —Léelo y decide, Celis, Henry me encargo no él me suplico que te diera esto, prácticamente me dejo el futuro de su relación en mis manos, ya no puedo dejar que solo me ignores cada que te hablo de Henry, solo lee esto.
—Por favor Kay eres mi mejor amiga, ¿No puedes simplemente dejar pasar esto? Entiende que entre él y yo ya no hay nada, no existe nada, solo somos dos extraños, lo que hubo entre nosotros no fue real solo fue un error, por favor si eres mi amiga llévate ese sobre, tú sabes cuánto sufrí por él, sabes exactamente cuánto me costó soltarlo y te puedo decir bueno… te puedo asegurar que haya lo que haya en ese sobre no me hará cambiar de opinión ¿Entiendes? Y si lo dejas aquí solo le diré a Marina que lo queme o lo tire a la b****a, ni siquiera lo abriré así que no trates de convencerme ¿Quieres?
Respiro un poco y después sirvo un poco de agua para las dos y enseguida bebo de mi vaso. Kay solo me observa con seriedad, con esa seriedad que solo expresa cuando algo le preocupa.
—Está bien Celis, pero no te pongas mal por favor, eres mi mejor amiga, mi hermana por elección no quiero que te pongas mal por mi culpa ni mucho menos que te enojes conmigo, solo guardare este sobre y listo ¿Va? —dice con una expresión de preocupación.
Solo camino hacia ella y la abrazo, sinceramente no podría enojarme con ella, es verdad es como mi hermana pequeña, pequeña pero muy exigente y mandona la mejor de todas.
—Solo finjamos que esta pequeña discusión no pasó y mejor vayamos a ver los nuevos diseños que lanzarás el próximo mes —sonrío y avanzo junto con ella hacia fuera de mi oficina.
paso la tarde con Kay en su boutique hasta que es momento de ir a casa.
La noche es algo fría y eso lo sentí cuando me dispongo a bajar del coche, mi saco lo he olvidado en la oficina así que solo me apresuro en entrar a casa, estoy por hacerlo pero de pronto siento como ponen un saco en mis hombros, eso me asusta un poco así que solo me doy la vuelta rápidamente.
—Marck —respiro aliviada en cuanto me doy cuenta de que es él.
—Hola—nuevamente pone su saco en mis hombros—Estas helada —de pronto me abraza,
Dudo en responder ese abrazo, pero debo admitir que lo necesito, necesito ese abrazo.
—Me gustas —dice de pronto.
Estoy desconcertada ante la declaración de Marck no me esperaba esto de su parte, así que solo me separo de él y lo miro boquiabierta a los ojos.
—¿Marck? Yo, yo no sé que decir —menciono nerviosa.
—No digas nada, solo escucha lo que tengo que decirte por favor hazlo —me toma de las manos.
—Ok—me tiembla la voz.
—Me gustas desde que te vi desde esa vez que vine a México y te conocí y cuando me fui a España no dejaba de pensar en ti, contaba las horas para hablarte por teléfono y al menos poder escuchar tu voz y cuando me ofrecieron venir de intercambio a México no lo pensé dos veces, tenía que verte de nuevo y estos meses —sonríe mientras acaricia mis manos—Estos meses me he dado cuenta de que quiero algo más que una amistad contigo no puedo esperar más en decirte esto ¡Me encantas Celis!
Mientras lo veo solo frunzo el ceño y es que no me esperaba esta declaración la cual es muy emotiva.
No sé que decir, estoy muy nerviosa, a decir verdad no sé por qué rayos me siento así, me siento tan extraña estoy tan metida en mis pensamientos que no me doy cuenta de lo mucho que estoy apretando las manos de Marck hasta que él acerca su rostro al mío y besa mis labios.
Solo he probado los labios de Henry así que estos son nuevos para mí, se sienten diferentes y aunque no estoy al cien por ciento correspondiendo a este beso puedo sentir la delicadeza con la cual me besa Marck.
Sus labios son suaves y ese beso es cálido, puedo sentir algo pero no logro descifrar qué es, me siento tan confundida.
Marck deja de besarme y solo se separa de mí y me sonríe.
—Sé que tienes que pensar las cosas y te daré el tiempo que necesites para que me des una respuesta, solo te puedo decir que eres hermosa y que quiero hacerte muy feliz, no quiero pasar ningún día más sin ti a mi lado pero… si necesitas tiempo yo te lo daré—frunce el ceño mientras besa mis manos—Mi pequeña, te veo mañana —se acerca y me da un beso en la frente y otro en una de mis mejillas.
Miro con intriga a Marck. Después veo como él saca unas fotos y las tira sobre el escritorio, tomo esas fotos y es mi padre el cual está atado.Tomo esas fotos y se las arrojo a Marck en la cara.—¿Qué rayos te pasa idiota? —lo empujo.—¿Qué me pasa? Dame el celular y después de dármelo nos casamos y más te vale que no hayas hecho algo estúpido porque si es así tu padre lo paga ¿Entiendes? —me dice con coraje.—Marck suelta a mi padre—digo con temor.—Las cosas son como yo diga no como tú lo quieras, primero me das el celular, asistes a la boda civil y después te entrego a tu padre, ah y pobre de ti que digas que yo lo tengo, vas a
Miro a Henry y creo no controlar mis nervios, trago saliva para luego morder un poco mis labios.—Celis no te cases por favor—me mira con sus ojos humedecidos.—Henry lo tengo que hacer —por un momento siento que me tiembla la voz así que enseguida la aclaro.—Celis, de verdad no puedo asimilar que te haya perdido de esta manera, por favor mi amor recapacita yo te amo, te amo como no tienes idea —parpadea un par de veces para luego apretar un poco sus ojos con sus dedos.—Henry—digo sorprendida mientras tomo sus manos.—¿Qué? ¿Qué me vas a decir? Que me aparte que no quieres nada conmigo, como te lo dije una vez ¿Cómo le explico a mi corazón que te deje de amar? Si estás clavada en mí—dice frustrado.&md
Capítulo 40Me quedo parada observando la actitud de Henry la cual es tan normal, yo misma hice esto hace algunos años. Suspiro y después trago saliva, sonrío vagamente y después tomo mi bolso.—Solo ten cuidado ¿Quieres? —doy unos pasos hacia él, aprieto un poco sus hombros y me paso de largo.Camino hacia afuera, y cuando salgo veo ese enorme jardín, a lo lejos se ve una persona, la cual está regando y limpiando ese campo de flores.Bajo los escalones y sigo mi camino hasta ponerme frente a ese campo, respiro el aire puro que viene de ahí para luego apretar mis ojos y dejar caer esas
Me pregunto una y otra vez ¿Qué tan malo es que mi padre haya hecho negocios con Marck.Camino hacia el ventanal de mi oficina, este lugar me ayuda a pensar.—Hija, me voy, por favor múdate a la oficina de tu padre —dice mi madre mientras aprieta mi hombro derecho.—Sí mamá—termino de decir para darme la vuelta y sonreírle.—Te quiero nena, nos vemos más tarde en la casa—dice mi madre para luego salir de mi oficina.Tres días más tardeSon las dos de la tarde, han pasado varios días recién he terminado de mudarme a esta oficina.No quisiera hacer esto pero debo hacerlo por el mismo bien de mi padre.Estoy a
***Narra Celis****Me encuentro en el pasillo de ese salón, después de esa absurda conferencia me encuentro aquí parada tratando de contener mi llanto, mi mano está en mi pecho últimamente me falta la respiración, debe ser ansiedad.—Mi amor ¿Qué fue eso? —menciona Marck hipócritamente mientras me abraza por los hombros.Lo veo de reojo y solo me suelto discretamente de su agarre.—Deja de llamarme así, eres un hipócrita —le digo mientras lo veo con enfado.—Celis recuerda que debemos aparentar —dice para luego meter las manos en sus bolsillos.—Cumple tu palabra y vamos al hospital, espero y ya le hayas hablado a mi padre—digo mientras lo veo fijamente.—Claro qu
Después de unos minutos llegamos a mi casa, nada cómoda bajo del coche, entro a la casa y justo en la entrada veo a mi padre saliendo. Él me hace una cara de molestia y solo se pasa de largo sin saludarme, aunque es muy incómoda esta situación decido pasarme también de largo, entro a la casa y justo en el sillón está sentado el descarado de Marck, él está con un cigarro en la mano y las piernas cruzadas. En cuanto me mira me hace una seña de que vaya con él, solo tuerzo los ojos y me paso de largo hacia mi recamara, en cuanto entro veo a una señora junto con una chica. —Señorita, que bueno que llego—menciona la señora mientras deja un vestido color rosa palo en la cama. Mi rostro no refleja ninguna emoción, creo que hasta pálida estoy, de eso me di cuenta recién en cuanto me vi en el espejo, sigo haciéndolo y veo mi rostro el cual solo refleja tris
Último capítulo