De puntillas, Christian levantó la invitación con la mano y empezó a canturrear con voz infantil:
—¡Mentirosa! Hace un rato, arriba, alguien me dijo que también te inscribiste a escondidas en el concurso de moda y pasaste a la final. ¡Quieres que mamá te entregue el premio!
—¡Chris, deja de molest