—Sí… estoy embarazada.
Bianca exhaló suavemente, soltando los dedos entrelazados.
La enfermera miró el suero en su mano y respondió con cautela:
—En ese caso, déjame consultar con el doctor, solo para estar segura. Por favor, espera un momento.
Cuando estaba a punto de irse, Bianca la detuvo.
—Esp