—Recuerda... que siempre seré tuya, Derek— Susurra cerca de mi oído, soltando pequeños jadeos y gemidos.
¿Me ha llamado por mi nombre? Antes de darle la última embestida, la tomo entre mis brazos y fundo mis labios con los de ella. Ambos nos miramos directo a los ojos. Sé que algo dentro de mí ha cambiado con respecto a Williams, pero no estoy seguro de que se trata ¿Acaso importa? No, claro que no, porque sólo estará conmigo cinco años o quizás menos.... no vale la pena que me atormente por estas cosas.
Astrid.
Durante mis clases no puedo dejar de pensar en Derek y todo lo que escuché en la llamada, es verdad que lo nuestro no es más que una farsa, pero.... la forma en como me defendió y de cómo le dijo sus verdades a Mónica.
Recuerdo las palabras que le dije anoche y la forma en como me veía, parecía que no daba crédito a lo que sus oídos oían ¿Sera que estaba tan borracho que no se acuerda de lo que me dijo antenoche? No lo creo, parecía lo suficientemente cuerdo como para recordar