Ximena quedó asombrada. ¿Luciana realmente tenía cinco años? Su manejo de la cortesía era realmente impecable.
Damián pensó por un momento,
—Quizás el fin de semana pueda llevarte a jugar.
Luciana asintió y le dijo a Ximena:
—Señora, es posible que te moleste el sábado o domingo.
Ximena sonrió y respondió:
—No es ninguna molestia, en ese caso llevaré a mis tres pequeños contigo cuando salgamos a jugar.
Luciana dijo:
—Está bien.
Después de la comida, Ximena y Damián intercambiaron información de contacto y se agregaron en WhatsApp.
Damián envió al chofer para llevar a Ximena a su hotel, mientras él mismo regresaba a casa con los niños.
Tan pronto como llegó a su habitación de hotel, Ximena pensó en recostarse en el sofá. Pero antes de llegar al sofá, escuchó un golpe en la puerta.
Ximena se levantó y fue a abrir la puerta.
Cuando abrió la puerta, una mujer vestida con uniforme de trabajo le dijo:
—Señorita Pérez, soy la encargada de hacerle un masaje corporal completo, organizado p