Al escuchar la fría respuesta de Nicolás, Liliana pudo imaginar lo hirientes que debieron haber sido sus palabras.
Después de tantos años, todos en la familia consideraban a Luciana como parte de ella. Todos, excepto Nicolás.
Liliana se frotó la cabeza con frustración.
―Bien, bien, te entiendo. Llamaré a mi prima―dijo antes de colgar.
Inmediatamente, marcó el número de Paula.
―Liliana―respondió Paula al contestar.
―Prima, ¿Luciana ha ido a buscarlos a ti o a Damián?―preguntó Liliana.
―¿Luciana? No, ¿ha pasado algo?―Paula sonaba confundida.
―No podemos contactar con Luciana, se fue sin su teléfono―explicó Liliana, sin mencionar a Nicolás. No quería que lo culparan injustamente sin conocer todos los detalles.
―No está conmigo. Llamaré a Damián para preguntarle. No te preocupes...―dijo Paula, aunque su voz delataba su propia preocupación.
Después de colgar, Liliana salió a la entrada del hospital.
Intentó calmarse y pensar en los lugares donde Luciana podría haber ido. Tomó un taxi y fue